Crecen las críticas a las gafas de realidad aumentada de Google. El Correo
El proyecto Glass de Google quiere hacer que los smartphones sean verdaderamente 'manos libres'. Thomas Hawk
Las gafas de realidad aumentada que Google planea sacar al mercado durante 2014 han generado controversia dentro y fuera de la red. Aunque muy poca gente las ha probado, sus defensores y detractores se cuentan por miles. Por un lado los que creen que el siguiente paso de los smartphones es prescindir de las manos, y por otro los que creen que este dispositivo cruza los límites en lo que a la privacidad respecta.
Tras una presentación a lo grande en su última conferencia para desarrolladores, Google anunció recientemente que entregaría sus gafas a unos pocos individuos seleccionados como paso intermedio antes de lanzarlas al mercado. También mostraron por primera vez cómo será su funcionamiento, y susprincipales funciones. Una de las más destacadas, la posibilidad de grabar vídeos en primera persona, en cualquier momento, y compartirlos a través de internet.
Mark Hurst, un experto en usabilidad online, publicó un artículo sobre los límites de la privicidad que rebasa Google Glass poco después de la presentación de sus funciones. En él destacó que, por muy interesante que fuese la experiencia para el usuario, éste podía violentar a las personas de su alrededor con la constante amenaza de grabarlos sin previo aviso.
Y aun más allá, aseguró que este sistema permitiría al buscador, en un futuro, utilizar a sus usuarios como millones de cámaras de videovigilancia que registrasen quién está en qué lugar, a qué hora y haciendo qué, independientemente de que fuese o no usuario de las gafas. «La experiencia más importante que generan las Google Glass no es la del usuario, sino la del resto», afirma en su artículo. «La experiencia de ser un ciudadano, en público, está a punto de cambiar», sentencia.
Esta capacidad de grabar de forma discreta e indiscriminada cualquier cosa que pase por delante de los ojos del usuario de las gafas también ha puesto en alerta a muchos colectivos. Bares, discotecas y establecimientos que quieren que sus clientes puedan guardar su asistencia en el anonimato ya se han planteado prohibir el uso de las gafas de realidad aumentada dentro de sus locales. También casinos o salas de cine han anticipado que prohibirán su uso en sus instalaciones.
Seguridad al volante
Aunque los primeros prototipos llegarán al grupo de desarrolladores seleccionados durante el mes de mayo, la polémica se encendió poco después de la presentación de las capacidades del dispositivo. Grabar vídeo, hacer fotos, realizar video llamadas, hacer búsquedas en Google, traducción simultánea e incluso navegación GPS, directamente ante los ojos.
La posibilidad de utilizarlas mientras se conduce también ha sido objeto de polémica. Virgina Occidental (EE.UU.) se está planteando prohibir su uso en estas circunstancias. Aunque todavía no hay una decisión tomada, los argumentos que esgrimen los legisladores son similares a los que prohíben, en muchos países del mundo, el uso del teléfono móvil mientras se está al volante.
Aunque Google Glass se puede utilizar sin manos —o casi—, algunos legisladores creen que tiene la capacidad de distraer al conductor con mensajes, búsquedas y otras cosas que no son la carretera.Tanto Twitter como Facebook ya han confirmado que trabajan en su propia experiencia para este dispositivo. ¿Distraerán al conductor más que la radio o un GPS? Todavía es pronto para saberlo.
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